Siglo XX

Desde comienzos del siglo XX la Hermandad pasó por una época de clara decadencia. Aunque ésta tras la última reconstrucción de la Capilla en 1895 comenzaba una nueva etapa en su andadura habría que esperar aún algunas décadas para conocer el verdadero impulso que la hizo revivir tras la Guerra Civil.

A pesar de las circunstancias descritas la Hermandad de la Santa Vera-Cruz aún daba muestras de supervivencia, como atestiguan algunos acontecimientos dignos de mencionar en estos años. Entre ellos, la incorporación a la Hermandad de la imagen del Cristo atado a la Columna, proveniente de la Parroquia y la enajenación en 1903 de la primitiva imagen de Nuestra Señora de la Antigua. No obstante, la Hermandad vive en estos años pobremente, con problemas, celebrando sus cultos con modestia, pero con gran fervor y piedad.

En 1929, al terminar la dictadura de Primo de Rivera, a petición de la Mitra Hispalense, la Hermandad hizo cesión, de forma temporal, de su Capilla a las Hermanas de la Cruz para que la pudieran utilizar el numeroso grupo de alumnas que tenían en esas fechas y al ser la suya de reducidas dimensiones.

En estos años, a pesar de las circunstancias descritas, la Hermandad de la Vera-Cruz recobra algo el ánimo, goza de cierto vigor material, aparece de nuevo la ilusión, debiéndose todo ello, especialmente, a las dotes personales del nuevo párroco, don Manuel Duarte Santos, que había llegado a nuestro pueblo con muchas ganas de trabajar. En resumen, durante el periodo 1932-1942, que engloba, como vemos, la Guerra Civil, nuestra Hermandad pasa por una etapa de abatimiento, de debilidad, celebrando sus cultos con modestia y sencillez.

Desde finales de la Guerra Civil española, un grupo de olivareños amantes de las tradiciones del pueblo y enamorados de su pasado pensaron dar impulso a la institución religiosa más relevante de la localidad, la Hermandad de la Santa Vera-Cruz. Así las cosas, nos remontamos a los primeros días del año 1942. Salta una chispa en la Hermandad y unos cuántos jóvenes arropados por veteranos cruceros manifiestan su intención de sacar la Cofradía el Jueves Santo. Lo consiguen solamente con el paso de la Virgen de la Antigua, teniendo muchas dificultades ya que los enseres con los que contaba la Hermandad se encontraban dispersos por varios lugares.

Desde comienzos del siglo XX la Hermandad pasó por una época de clara decadencia. Aunque ésta tras la última reconstrucción de la Capilla en 1895 comenzaba una nueva etapa en su andadura habría que esperar aún algunas décadas para conocer el verdadero impulso que la hizo revivir tras la Guerra Civil.

A pesar de las circunstancias descritas la Hermandad de la Santa Vera-Cruz aún daba muestras de supervivencia, como atestiguan algunos acontecimientos dignos de mencionar en estos años. Entre ellos, la incorporación a la Hermandad de la imagen del Cristo atado a la Columna, proveniente de la Parroquia y la enajenación en 1903 de la primitiva imagen de Nuestra Señora de la Antigua. No obstante, la Hermandad vive en estos años pobremente, con problemas, celebrando sus cultos con modestia, pero con gran fervor y piedad.

En 1929, al terminar la dictadura de Primo de Rivera, a petición de la Mitra Hispalense, la Hermandad hizo cesión, de forma temporal, de su Capilla a las Hermanas de la Cruz para que la pudieran utilizar el numeroso grupo de alumnas que tenían en esas fechas y al ser la suya de reducidas dimensiones.

En estos años, a pesar de las circunstancias descritas, la Hermandad de la Vera-Cruz recobra algo el ánimo, goza de cierto vigor material, aparece de nuevo la ilusión, debiéndose todo ello, especialmente, a las dotes personales del nuevo párroco, don Manuel Duarte Santos, que había llegado a nuestro pueblo con muchas ganas de trabajar. En resumen, durante el periodo 1932-1942, que engloba, como vemos, la Guerra Civil, nuestra Hermandad pasa por una etapa de abatimiento, de debilidad, celebrando sus cultos con modestia y sencillez.

Desde finales de la Guerra Civil española, un grupo de olivareños amantes de las tradiciones del pueblo y enamorados de su pasado pensaron dar impulso a la institución religiosa más relevante de la localidad, la Hermandad de la Santa Vera-Cruz. Así las cosas, nos remontamos a los primeros días del año 1942. Salta una chispa en la Hermandad y unos cuántos jóvenes arropados por veteranos cruceros manifiestan su intención de sacar la Cofradía el Jueves Santo. Lo consiguen solamente con el paso de la Virgen de la Antigua, teniendo muchas dificultades ya que los enseres con los que contaba la Hermandad se encontraban dispersos por varios lugares.

A partir de esta salida ilusionante de la Virgen, un grupo reducido de cofrades antiguos y gran número de nuevos simpatizantes con la idea, comienzan los trabajos preliminares para la Reorganización de nuestra Corporación. El primer objetivo era “documentarse suficientemente” sobre la Hermandad, tarea nada fácil, ya que todos los trabajos realizados para localizar las Reglas de la Hermandad resultaron infructuosos. El ambiente era propicio: apremiaban los simpatizantes, exigían los antiguos y, sobre todo, los nuevos “cruceros” y había que dar respuesta a los nobles impulsos y entusiasmos generales.

A partir de esta salida ilusionante de la Virgen, un grupo reducido de cofrades antiguos y gran número de nuevos simpatizantes con la idea, comienzan los trabajos preliminares para la Reorganización de nuestra Corporación. El primer objetivo era “documentarse suficientemente” sobre la Hermandad, tarea nada fácil, ya que todos los trabajos realizados para localizar las Reglas de la Hermandad resultaron infructuosos. El ambiente era propicio: apremiaban los simpatizantes, exigían los antiguos y, sobre todo, los nuevos “cruceros” y había que dar respuesta a los nobles impulsos y entusiasmos generales.

No obstante, la Hermandad posee vida canónica, a pesar del estado de languidez en que se desenvolvía, a tenor del Canon 102, por existir en aquellos tiempos hermanos o cofrades de nuestra Hermandad o Cofradía. Aquel grupo, “fermento” de la empresa, recogió este sentir tan extendido y se constituyó una Comisión Reorganizadora de acuerdo con la Junta de Gobierno de la Hermandad.

En 1944 la Hermandad entra en un periodo de auge y se solicita erróneamente en el Arzobispado de Sevilla por el párroco don José Maestro de Vía la fundación de la Hermandad de la Vera-Cruz de Olivares, en lugar de haber solicitado la Reorganización de ésta Hermandad que ya existía desde 1552. Este hecho trajo como consecuencia graves problemas entre las hermandades olivareñas. Una vez subsanada esta circunstancia jurídica con el fin de conservar la antigüedad de la Hermandad, se adoptó el mismo título de la Santa Vera-Cruz, que ostentaba la Corporación, al que se agregaron las advocaciones de las imágenes a las que venía rindiendo culto la Cofradía, quedando con el título definitivo de “Antigua y Primitiva Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la Santa Vera-Cruz, Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna, Santísimo Cristo de la Salud y Nuestra Señora de la Antigua”.

No obstante, la Hermandad posee vida canónica, a pesar del estado de languidez en que se desenvolvía, a tenor del Canon 102, por existir en aquellos tiempos hermanos o cofrades de nuestra Hermandad o Cofradía. Aquel grupo, “fermento” de la empresa, recogió este sentir tan extendido y se constituyó una Comisión Reorganizadora de acuerdo con la Junta de Gobierno de la Hermandad.

En 1944 la Hermandad entra en un periodo de auge y se solicita erróneamente en el Arzobispado de Sevilla por el párroco don José Maestro de Vía la fundación de la Hermandad de la Vera-Cruz de Olivares, en lugar de haber solicitado la Reorganización de ésta Hermandad que ya existía desde 1552. Este hecho trajo como consecuencia graves problemas entre las hermandades olivareñas. Una vez subsanada esta circunstancia jurídica con el fin de conservar la antigüedad de la Hermandad, se adoptó el mismo título de la Santa Vera-Cruz, que ostentaba la Corporación, al que se agregaron las advocaciones de las imágenes a las que venía rindiendo culto la Cofradía, quedando con el título definitivo de “Antigua y Primitiva Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la Santa Vera-Cruz, Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna, Santísimo Cristo de la Salud y Nuestra Señora de la Antigua”.

La Comisión acordó la fecha del 17 de junio del mismo año de 1944 para el acto solemne de la Reorganización de la Hermandad, y a las nueve de la noche del mentado día, ante las veneradas imágenes del Santísimo Cristo de la Salud y Nuestra Señora de la Antigua, colocadas en el altar mayor de la Iglesia Parroquial, se procedió a la lectura de las Reglas y, una vez escuchadas por los asistentes, fueron juradas. Terminado este primer acto de la Cofradía, se celebró en la Sala Capitular de la Parroquia el primer Cabildo General de Elecciones, eligiéndose la primera Junta de Gobierno de la Hermandad que fue presidida por don Álvaro Alcaide de la Oliva. El 5 de Agosto de 1944 hizo la Hermandad su primera aparición pública, después de varios años, acompañando con su estandarte a la procesión de Nuestra Señora de las Nieves.

De esta manera la Hermandad de la Santa Vera-Cruz de Olivares inicia una etapa crucial y llena de ilusiones que nos han traído a los momentos actuales, culminándose éstos con la extraordinaria celebración del 450 Aniversario fundacional en el año 2002.

La Comisión acordó la fecha del 17 de junio del mismo año de 1944 para el acto solemne de la Reorganización de la Hermandad, y a las nueve de la noche del mentado día, ante las veneradas imágenes del Santísimo Cristo de la Salud y Nuestra Señora de la Antigua, colocadas en el altar mayor de la Iglesia Parroquial, se procedió a la lectura de las Reglas y, una vez escuchadas por los asistentes, fueron juradas. Terminado este primer acto de la Cofradía, se celebró en la Sala Capitular de la Parroquia el primer Cabildo General de Elecciones, eligiéndose la primera Junta de Gobierno de la Hermandad que fue presidida por don Álvaro Alcaide de la Oliva. El 5 de Agosto de 1944 hizo la Hermandad su primera aparición pública, después de varios años, acompañando con su estandarte a la procesión de Nuestra Señora de las Nieves.

De esta manera la Hermandad de la Santa Vera-Cruz de Olivares inicia una etapa crucial y llena de ilusiones que nos han traído a los momentos actuales, culminándose éstos con la extraordinaria celebración del 450 Aniversario fundacional en el año 2002.