Siglo XVII

El siglo XVII constituyó una época de gran esplendor para la Cofradía, sobre todo en su primera mitad. Una fecha crucial fue 1623, año en que el Papa Urbano VIII concede a don Gaspar de Guzmán, hijo de don Enrique de Guzmán, segundo Conde de Olivares, y de doña María de Pimentel y Fonseca, conocido como el Conde-Duque de Olivares y célebre valido de Felipe IV, una bula para que la Capilla de las Nieves, fundada por su padre sobre la antigua Iglesia de Santa María del Álamo, obtuviera el rango de Colegiata. Este hecho trajo consigo la llegada de altos cargos eclesiásticos (abad, canónigos, chantres, racioneros, capellanes…) que pasaron a formar parte de la Cofradía, con el consiguiente auge de la misma, como decíamos, reflejado en la abundancia y solemnidad de sus cultos.

El siglo XVII constituyó una época de gran esplendor para la Cofradía, sobre todo en su primera mitad. Una fecha crucial fue 1623, año en que el Papa Urbano VIII concede a don Gaspar de Guzmán, hijo de don Enrique de Guzmán, segundo Conde de Olivares, y de doña María de Pimentel y Fonseca, conocido como el Conde-Duque de Olivares y célebre valido de Felipe IV, una bula para que la Capilla de las Nieves, fundada por su padre sobre la antigua Iglesia de Santa María del Álamo, obtuviera el rango de Colegiata. Este hecho trajo consigo la llegada de altos cargos eclesiásticos (abad, canónigos, chantres, racioneros, capellanes…) que pasaron a formar parte de la Cofradía, con el consiguiente auge de la misma, como decíamos, reflejado en la abundancia y solemnidad de sus cultos.

Asimismo, la Virgen de la Antigua recibe el honor de acompañar al Santísimo Sacramento el Domingo de Resurrección y de procesionar en la fiesta del Corpus Christi. Además, saldrá el 3 de mayo para conmemorar la fiesta de la Santa Cruz y en otros acontecimientos religiosos de la villa. Tanto en la fiesta del Corpus como en la de la Santa Cruz, la Virgen de la Antigua aparecía siempre portando la imagen del Niño en sus brazos.

Las décadas finales del siglo se caracterizan por una crisis general en el país que también afectará a la Hermandad. Durante la década de los setenta, tanto el edificio del hospital como su Capilla se arruinan y las imágenes han de ser trasladadas temporalmente, por primera vez, durante algunos años, a la Colegiata. Sin embargo, en el año 1691 un devoto y generoso matrimonio, formado por Juan Mancebo y Francisca Segura, sin hijos ni herederos, se compromete a financiar la restauración de los bienes de la Hermandad, que ya ésta había iniciado doce años antes, pero no concluida por falta de medios económicos. Así, adquieren el derecho de Patronos de la Hermandad, quedando finalizadas las obras hacia 1694.

Asimismo, la Virgen de la Antigua recibe el honor de acompañar al Santísimo Sacramento el Domingo de Resurrección y de procesionar en la fiesta del Corpus Christi. Además, saldrá el 3 de mayo para conmemorar la fiesta de la Santa Cruz y en otros acontecimientos religiosos de la villa. Tanto en la fiesta del Corpus como en la de la Santa Cruz, la Virgen de la Antigua aparecía siempre portando la imagen del Niño en sus brazos.

Las décadas finales del siglo se caracterizan por una crisis general en el país que también afectará a la Hermandad. Durante la década de los setenta, tanto el edificio del hospital como su Capilla se arruinan y las imágenes han de ser trasladadas temporalmente, por primera vez, durante algunos años, a la Colegiata. Sin embargo, en el año 1691 un devoto y generoso matrimonio, formado por Juan Mancebo y Francisca Segura, sin hijos ni herederos, se compromete a financiar la restauración de los bienes de la Hermandad, que ya ésta había iniciado doce años antes, pero no concluida por falta de medios económicos. Así, adquieren el derecho de Patronos de la Hermandad, quedando finalizadas las obras hacia 1694.