Paso Santísimo Cristo de la Salud

En el año 1945 el Santísimo Cristo de la Salud salió el Jueves Santo en su Estación de Penitencia en un Paso improvisado que desmerecía de la imagen y del gran fervor que el pueblo le profesaba. Este Paso, al igual que el de Nuestra Señora de la Antigua, era portado en “maniguetas” por diez hombres, como era tradicional en aquellos tiempos, ya que los costaleros llegarían, a nuestra Hermandad en la Semana Santa de 1946.

Poco tiempo después, las señoritas Ana y María Olivencia Pérez, doña María Josefa Pérez Calvente y doña Francisca Muñoz Rodríguez, benefactoras de nuestra Hermandad, se ofrecieron a costear de sus bienes particulares un digno Paso para el Santísimo Cristo de la Salud que respondiera a la acendrada devoción del pueblo y a la valía de la talla.

Así el año 1949 se inicia con las mejores perspectivas. La ilusión de estrenar un nuevo Paso para nuestro Titular anima a todos los cruceros a redoblar sus esfuerzos para reunir los recursos económicos complementarios suficientes para saldar su importe. El Jueves Santo de ese año se hacen realidad nuestras ilusiones: el Santísimo Cristo de la Salud estrena su magnífico Paso.

El actual Paso del Santísimo Cristo de la Salud es una maravillosa obra de estilo barroco tallado con la profesionalidad y estima de sus autores. Este estupendo trabajo fue realizado por nuestro paisano Luis Jiménez Espinosa, medalla de bronce de la ciudad de Sevilla en 1969, famoso en el mundo cofrade por sus muchas obras, que lo pregonan como uno de los mejores tallistas contemporáneos, llevando, además del arte y la pericia de su autor, el cariño con que lo realizó para su pueblo. Participó en la tarea de la talla del Paso, siendo aún muy joven, el trianero Manuel Guzmán Bejarano, oficial mayor de su taller y posteriormente consagrado artista.

Describamos sus cuatro caras. En el centro de cada una de ellas se encuentra una artística cartela pintada y policromada que sostienen dos angelitos debidos a la gubia de Rafael Lafarque. La cartela delantera contiene el escudo de la Hermandad y la trasera el escudo franciscano; la del costado derecho lleva la inscripción Ego Sum Veritas, Yo soy la Verdad, y la del costado izquierdo Ego Sum Salus, Yo soy la Salvación. Las cartelas de las cuatro esquinas van ocupadas por los bajorrelieves simbólicos de los cuatro evangelistas.

Los respiraderos, del más puro barroco sevillano, son de una talla magnífica por su profundidad y belleza, dorado en oro fino con adornos frutales policromados.

Sobre la canastilla se elevan seis candelabros, los de las esquinas eran de cinco guardabrisas y los intermedios laterales de tres, aunque con la ampliación posterior actualmente llevan siete guardabrisas los de las esquinas. El dorado completo en oro fino del Paso del Santísimo Cristo de la Salud fue costeado por nuestra hermana Camarera doña María Josefa Pérez Calvente, viuda del que fue Hermano Mayor, don Álvaro Alcaide de la Oliva. El Paso del Cristo estrenó en 1986 nueva parihuela de madera.

En 1990 se estrena el llamador realizado por Fernando Marmolejo que representa el relieve de mármol genovés situado sobre la entrada del Palacio del Conde-Duque de Olivares y en el que figura el escudo de los Guzmanes flanqueado por dos arpías, recordando que nuestra Hermandad fue fundada por el I Conde de Olivares, don Pedro de Guzmán.

En el año 2003 se estrena la ampliación de la canastilla del Paso y de un nuevo juego de airosos candelabros dorados de guardabrisas de siete luces los de las esquinas, y de cinco los laterales realizado por Manuel Guzmán Bejarano y dorado por Serafín Jiménez. Los guardabrisas de sus candelabros están rematados por coronitas realizadas en plata de ley sobredoradas.

La Hermandad también manda a restaurar al taller del conservador-restaurador, licenciado en Bellas Artes Joaquín Frías Ruiz, una pareja de ángeles pasionistas que poseía y que estaban muy deteriorados. Según dictamen de un estudio preliminar del Sr. Frías, podemos encontrarnos ante una pareja de esculturas que por su estilo y ejecución, cronológicamente podrían situarse hacia finales del siglo XVII en un círculo cercano a la figura de Pedro Roldán, pero por el modo en que la ornamentación se encuentra realizada, tendríamos que situarla en una etapa más tardía, cercana al periodo Rococó, esto es, principio del Siglo XVIII; dentro de este margen creemos que no existirían dudas acerca de su ubicación temporal. Una vez restaurados procesionan el Jueves Santo en el Paso del Cristo de la Salud delante de los guardabrisas laterales.

En el año 2012 a iniciativa del Grupo Joven de la Hermandad y gracias a las donaciones de distintos hermanos y devotos se realiza por Orfebrería Villarreal un relicario de plata de ley para contener una reliquia de Santa Ángela de la Cruz, Titular de la Corporación. El mismo es colocado cada año en la delantera del Paso del Santísimo Cristo de la Salud.

Paso Santísimo Cristo de la Salud

En el año 1945 el Santísimo Cristo de la Salud salió el Jueves Santo en su Estación de Penitencia en un Paso improvisado que desmerecía de la imagen y del gran fervor que el pueblo le profesaba. Este Paso, al igual que el de Nuestra Señora de la Antigua, era portado en “maniguetas” por diez hombres, como era tradicional en aquellos tiempos, ya que los costaleros llegarían, a nuestra Hermandad en la Semana Santa de 1946.

Poco tiempo después, las señoritas Ana y María Olivencia Pérez, doña María Josefa Pérez Calvente y doña Francisca Muñoz Rodríguez, benefactoras de nuestra Hermandad, se ofrecieron a costear de sus bienes particulares un digno Paso para el Santísimo Cristo de la Salud que respondiera a la acendrada devoción del pueblo y a la valía de la talla.

Así el año 1949 se inicia con las mejores perspectivas. La ilusión de estrenar un nuevo Paso para nuestro Titular anima a todos los cruceros a redoblar sus esfuerzos para reunir los recursos económicos complementarios suficientes para saldar su importe. El Jueves Santo de ese año se hacen realidad nuestras ilusiones: el Santísimo Cristo de la Salud estrena su magnífico Paso.

El actual Paso del Santísimo Cristo de la Salud es una maravillosa obra de estilo barroco tallado con la profesionalidad y estima de sus autores. Este estupendo trabajo fue realizado por nuestro paisano Luis Jiménez Espinosa, medalla de bronce de la ciudad de Sevilla en 1969, famoso en el mundo cofrade por sus muchas obras, que lo pregonan como uno de los mejores tallistas contemporáneos, llevando, además del arte y la pericia de su autor, el cariño con que lo realizó para su pueblo. Participó en la tarea de la talla del Paso, siendo aún muy joven, el trianero Manuel Guzmán Bejarano, oficial mayor de su taller y posteriormente consagrado artista.

Describamos sus cuatro caras. En el centro de cada una de ellas se encuentra una artística cartela pintada y policromada que sostienen dos angelitos debidos a la gubia de Rafael Lafarque. La cartela delantera contiene el escudo de la Hermandad y la trasera el escudo franciscano; la del costado derecho lleva la inscripción Ego Sum Veritas, Yo soy la Verdad, y la del costado izquierdo Ego Sum Salus, Yo soy la Salvación. Las cartelas de las cuatro esquinas van ocupadas por los bajorrelieves simbólicos de los cuatro evangelistas.

Los respiraderos, del más puro barroco sevillano, son de una talla magnífica por su profundidad y belleza, dorado en oro fino con adornos frutales policromados.

Sobre la canastilla se elevan seis candelabros, los de las esquinas eran de cinco guardabrisas y los intermedios laterales de tres, aunque con la ampliación posterior actualmente llevan siete guardabrisas los de las esquinas. El dorado completo en oro fino del Paso del Santísimo Cristo de la Salud fue costeado por nuestra hermana Camarera doña María Josefa Pérez Calvente, viuda del que fue Hermano Mayor, don Álvaro Alcaide de la Oliva. El Paso del Cristo estrenó en 1986 nueva parihuela de madera.

En 1990 se estrena el llamador realizado por Fernando Marmolejo que representa el relieve de mármol genovés situado sobre la entrada del Palacio del Conde-Duque de Olivares y en el que figura el escudo de los Guzmanes flanqueado por dos arpías, recordando que nuestra Hermandad fue fundada por el I Conde de Olivares, don Pedro de Guzmán.

En el año 2003 se estrena la ampliación de la canastilla del Paso y de un nuevo juego de airosos candelabros dorados de guardabrisas de siete luces los de las esquinas, y de cinco los laterales realizado por Manuel Guzmán Bejarano y dorado por Serafín Jiménez. Los guardabrisas de sus candelabros están rematados por coronitas realizadas en plata de ley sobredoradas.

La Hermandad también manda a restaurar al taller del conservador-restaurador, licenciado en Bellas Artes Joaquín Frías Ruiz, una pareja de ángeles pasionistas que poseía y que estaban muy deteriorados. Según dictamen de un estudio preliminar del Sr. Frías, podemos encontrarnos ante una pareja de esculturas que por su estilo y ejecución, cronológicamente podrían situarse hacia finales del siglo XVII en un círculo cercano a la figura de Pedro Roldán, pero por el modo en que la ornamentación se encuentra realizada, tendríamos que situarla en una etapa más tardía, cercana al periodo Rococó, esto es, principio del Siglo XVIII; dentro de este margen creemos que no existirían dudas acerca de su ubicación temporal. Una vez restaurados procesionan el Jueves Santo en el Paso del Cristo de la Salud delante de los guardabrisas laterales.

En el año 2012 a iniciativa del Grupo Joven de la Hermandad y gracias a las donaciones de distintos hermanos y devotos se realiza por Orfebrería Villarreal un relicario de plata de ley para contener una reliquia de Santa Ángela de la Cruz, Titular de la Corporación. El mismo es colocado cada año en la delantera del Paso del Santísimo Cristo de la Salud.

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